EN EN LÍMITE DE LA CASA DEL PADRE

LOS CRISTIANOS NOS HEMOS OLVIDADO DE ALGO PRIMORDIAL EN NUESTRA FE: ESTE MUNDO ES UN PUENTE HASTA LA CASA DEL PADRE. HAY UN MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Y HAY UN ALMA INMORTAL. Y LA CIENCIA,LA MEDICINA,LA NEUROCIENCIA Y LA MECANÍCA CUÁNTICA NOS DICEN QUE ES CIERTO.
EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE CONTADAS POR SUS TESTIGOS Y ANÁLISIS DE DICHAS EXPERIENCIAS DESDE UN PUNTO CIENTÍFICO Y ESPIRITUAL.

TESTIMONIO DE BENIDA (FILIPINAS). CAUSA: COMPLICACIONES EN EL PARTO POR PRESIÓN ARTERIAL

Yo estaba en el hospital para dar a luz a mi primer hijo. En la sala de parto fui examinada por la enfermera y me dijo que mi presión arterial era demasiado alta y que necesitaba tomar medicación que el hospital no tenía. Mi marido salió del hospital para comprarla. Estuvo toda la noche fuera mientras yo tenía un intenso dolor de parto. Aparte de mí no había nadie más en la sala de parto, nadie para consolarme en mi dolor. Llegó la mañana y yo estaba muy agotada y seguía con mucho dolor. Finalmente llegó el médico y me chequeó. Era muy evidente por su rostro que algo no iba bien. 
Inmediatamente llamó a las enfermeras y me dijo que debía empujar para poder dar a luz a mi bebé. Pero daba igual lo fuerte que empujara, mi bebé no salía. El proceso de parto continuó durante al menos 30 minutos más… había más preocupación en la cara de mi médico. Me dijo que debía dar un último empujón más y si el bebé no salía, tendría a mi bebé por cesárea. Bien, mi robusto bebé varón nació. Tras el parto de mi hijo, sentí náuseas, y que mi cabeza estaba como a punto de explotar. Me sentía muy entumecida y muy débil. Me llevaron a la sala de recuperación. Mi presión arterial fue de nuevo examinada y me dijeron que debía tomar mi medicación para la presión arterial porque ésta no bajaba. Mi marido aún no había vuelto con la medicación. 
La enfermera se fue y mi visión se estaba volviendo amarilla, luego gris… y de repente se volvió negra. Entonces ocurrió la cosa más extraña… sentí mi cuerpo muy tranquilo, sentí que parte de mí despegaba y que empezaba a moverme. Estaba de pie en una oscuridad de terciopelo. Empecé a dar un paso, entonces vi esta luz proveniente de lo alto, la miré. Era débil, tomando un poco de intensidad, era muy hermosa, relajante, tuvo lugar el momento más confortable de mi vida. Sentía la presencia de un ser muy potente, sentía felicidad y alegría. Empecé a andar hacia la luz, de pronto me di cuenta de que acababa de tener un bebé. No lo había visto, tenía que verlo, me necesitaba, tenía que volver. Era como si todo lo que me pasase por la cabeza fuese una conversación con Dios. 
Me desperté tosiendo, buscando aire, tenía mucha sed. Mi hermana estaba sobre mi cama de hospital, lloraba, me dijo que acababa de morir, que había llamado a la enfermera. Luego llegó mi marido con el medicamento. Una semana más tarde les dije lo que había pasado. También se lo conté a algunos de mis amigos, pero parecieron tomarme por 

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