ábamos juntos en familia celebrando un cumpleaños e hicimos al final una queimada gallega (Queimada: Bebida caliente, originaria de Galicia, que se prepara quemando aguardiente de orujo con limón y azúcar). Cuando ya ardía la queimada, mi hermana quiso añadir más aguardiente al que ya estaba ardiendo el el recipiente adecuado. Entonces se formó una bola de fuego que, debido a la corriente de aire, se dirigió hacia mí. Como llevaba ropa de algodón, no prendió la ropa, pero sí mi larga y abundante melena. Fui consciente de que ardía. Me protegí la cara con los brazos y traté de alejarme de modo instintivo del lugar donde procedió el fuego, con lo que me acerqué a la ventana y con ello a la corriente, lo que avivó el fuego, pareciendo (según me dijo después mi familia) una semi-antorcha humana.
Casi instantáneamente tuve tres experiencias seguidas, una tras otra.
En la primera (más "corporal") fui consciente de que el fuego me envolvía y de que estaba ardiendo. Recordé las escenas de películas en las que había visto personas ardiendo y sabía que yo entonces era así. No podía creerlo "me está pasando a mí" "a mí"... Y no era una película. Era la realidad. Estaba paralizada por el miedo. Notaba el fuego quemando mi piel, lo sentía, lo oía...
Entonces sentí como si Alguien (porque era una Persona) tirase de mí hacia dentro de mí misma. Como si me habitase un pozo sin fondo y yo "caSie" sobre él. No sentí que saliese de mi cuerpo, sino que era como si más bien entrase en lo más hondo de mí misma. Podría llamarlo "túnel" y había Luz al fondo, o más bien había Alguien lleno de amor que irradiaba esa Luz y estaba al fondo de ese pozo sin fondo. Y me fue envolviendo Paz y Amor ilimitados. Desapareció el fuego, el salón de mi casa, mi familia, el miedo... y sólo me invadía esa Presencia que me amaba en ese fondo. Comprendía la importancia del Amor.
Según "bajaba" vi dos imágenes como dos "fotografías" en mi interior: la del convento donde quería entrar como monja y la del chico que me gustaba y del que me estaba enamorando. Ví las dos imágenes y me sentí impulsada a hacer una elección. Elegí el convento interiormente y "desapareció" la imagen de ese chico.
Entretanto fui levemente consciente de que alguien tiraba de mí hacia el suelo, y comprendí el mensaje: "déjate caer". Yo no sabía más. Luego supe que fue mi padre que tras tratar de apagarme con sus propias manos sin éxito, decidió tirarme al suelo, donde no habría tanta corriente y sería más fácil apagarme. Yo me dejé caer al suelo suavemente.
Continué "descendiendo" y acercándome a esa Luz, olvidada de nuevo de todo lo demás.
Entonces (y esta es la tercera experiencia) oí los gritos de desesperación de mi hermana que repetía: "¡Dios mío! ¡He quemado a mi hermana!". Como en una "sacudida" volví a tener conciencia de la realidad: el salón, mi familia, el fuego... Pero no volvió el miedo, ni sentía ningún dolor, sólo sentía ese Amor que seguía envolviéndome. Sentí la necesidad de transmitir ese amor. Entonces dije en voz alta y clara: "¡Os quiero! ¡Os quiero mucho! ¡Os quiero!". No sabía cuanto tiempo llevaba ardiendo ni si podrían apagarme, ni me importaba. Nada era importante salvo ese AMOR.
Entonces un matrimonio amigo invitado a la cena reaccionó y me apagaron con un cojín.
EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE CONTADAS POR SUS TESTIGOS Y ANÁLISIS DE DICHAS EXPERIENCIAS DESDE UN PUNTO CIENTÍFICO Y ESPIRITUAL
EN EN LÍMITE DE LA CASA DEL PADRE
LOS CRISTIANOS NOS HEMOS OLVIDADO DE ALGO PRIMORDIAL EN NUESTRA FE: ESTE MUNDO ES UN PUENTE HASTA LA CASA DEL PADRE. HAY UN MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Y HAY UN ALMA INMORTAL. Y LA CIENCIA,LA MEDICINA,LA NEUROCIENCIA Y LA MECANÍCA CUÁNTICA NOS DICEN QUE ES CIERTO.
EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE CONTADAS POR SUS TESTIGOS Y ANÁLISIS DE DICHAS EXPERIENCIAS DESDE UN PUNTO CIENTÍFICO Y ESPIRITUAL.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario