La experiencia ocurrió durante una operación de cerebro, seguro pues que me dieron algo para adormecerme. Se hizo disminuir mi temperatura corporal y se hizo ralentizar mi ritmo cardíaco, y todo esto para realizar la operación, y con el fin de prevenircualquier hemorragia excesiva.
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Vi la silueta de un hombre que subía alejándose de mí. Recuerdo haber pensado lo mucho que su toga tenía pinta de ser cálida y dulce, a pesar de estar muy vieja y raída, el dobladillo hecho jirones y faltar un trozo en un costado. Era de un cálido beige dorado. Recuerdo haber pensado que si pudiese tocarla, la encontraría muy dulce y caliente. Le seguí mientras se alejaba subiendo, tenía muchas ganas de alcanzarlo sólo para tocar su toga. Me percaté que más allá de él había una luz, por delante y por encima, nos dirigíamos hacia ella. Mientras la luz se intensificaba cada vez más, yo estaba tan concentrado sobre su calor, que no me di cuenta que habíamos llegado hasta ella. Cuando miré hacia arriba, él se volvió y me miró a los ojos. La luz se encontraba detrás de él, en una abertura parecida a una puerta en un muro de piedra, con muchas viñas y arbustos a cada lado. Él se volvió y me miró a los ojos, pero la luz estaba detrás de él y era como mirar a alguien con el sol de fondo, pero mucho más brillante y con colores mucho más detallados. Era indiscernible excepto los ojos que se sumergían directamente en los míos. Oí muy claramente en mi propia mente, pero no en mis pensamientos, en el interior pero no proviniendo de mí, oí: “Las oraciones del justo son contestadas”, sentí el amor envolverme sólidamente como sólo el amor incondicional puede hacerlo…un amor que no puedo expresar adecuadamente con palabras, un amor que está más allá del entendimiento; un amor perfecto, sólido y total, diferente de lo que comprendemos aquí en la tierra. Comprendo cosas acerca del juicio y del juicio perfecto, debemos juzgarnos nosotros mismos y este juicio es justo, no puede haber ahí discusión, negación, el juicio está en nosotros, es uno en nosotros y en él, es el mismo, es total y completo. Sentí cosas de mi infancia, muy reales, muy bellas y sin embargo muy simples, el olor era puro, el calor y la sensación eran los de un bebé, el sol calentándome la espalda, la sensación de la hierba fresca en los pies descalzos, recuerdos de la bondad, la pureza, la inocencia, la aceptación, el amor. No quería irme, quería ir a la maravillosa luz, quería sentirla, sentir el calor de su toga y quedarme allí, pero comprendí que no podía entrar dentro de la luz, sin embargo, cortaba el paso con un amor total y sus ojos eran amor. Sabía que lo que contemplaba era la gloria de Dios y no podía mirarla directamente, como cuando se mira el sol. Oyendo sus palabras, volví a recaer violentamente en mi cuerpo con el dolor más atroz, el peso y la carga. No puedo describir el sufrimiento, el frío, la pesadez y la separación del amor. Me desperté rezando y dándole gracias a Dios, pues algún justo había rezado por mí. Por entonces yo no comprendía el sentido del pasaje de las Escrituras: “justicia de Dios por la fe en Jesucristo para todos aquellos y a todos aquellos que creen”. Le di pues gracias a Dios porque algún justo había rezado por mí. Desde entonces y hasta hoy, no he dejado de rezar y enseño la fuerza de la oración a todos aquellos que de verdad quieren escuchar. Quizás un día se me darán las palabras para describir lo indescriptible, pero aquello que he experimentado principalmente, es la capacidad de hacer circular el amor de mí mismo hacia los otros, un amor total, incondicional, hacia todos los demás. Hay tantas otras cosas que he experimentado después y me queda mucho que aprender. Fui educado en la fe Baptista del sur y no tenía la impresión que estas cosas aún existiesen. Pero ahora creo, porque sé que Dios es amor y que su amor es total, sólido e inmutable, creer, así de sencillo.
No existe NINGUNA PALABRA HUMANA para describir el AMOR perfecto. Los colores y la LUZ son indescriptibles con nuestras palabras. Hay cosas que no pueden ser expresadas y otras que no deben serlo. Se tiene la sensación de SABER y un sentimiento de CONOCIMIENTO que no pueden ser expresados con palabras. Este AMOR total, subyugante es muy difícil
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