EN EN LÍMITE DE LA CASA DEL PADRE

LOS CRISTIANOS NOS HEMOS OLVIDADO DE ALGO PRIMORDIAL EN NUESTRA FE: ESTE MUNDO ES UN PUENTE HASTA LA CASA DEL PADRE. HAY UN MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Y HAY UN ALMA INMORTAL. Y LA CIENCIA,LA MEDICINA,LA NEUROCIENCIA Y LA MECANÍCA CUÁNTICA NOS DICEN QUE ES CIERTO.
EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE CONTADAS POR SUS TESTIGOS Y ANÁLISIS DE DICHAS EXPERIENCIAS DESDE UN PUNTO CIENTÍFICO Y ESPIRITUAL.

ECM DE DIANE (EE.UU.). CAUSA: PARO CRADÍACO POR ELECTROCUCIÓN



"Me electrocución con 119 voltios y estuve muerta durante cuarenta y cinco minutos. Mi experiencia cercana a la muerte cambió mi vida. Dejé de tocar el clarinete profesional y comencé a dar conferencias en colegios locales sobre las experiencias cercanas a la muerte (NDE) y las experiencias fuera del cuerpo (OBE) asó como fenómenos paranormales relacionados. Nunca creí en tales cosas antes de que yo muriera. Fui educada católica y estoy segura de que no hubiera creído tales historias antes de haber muerto yo misma.

"Los doctores dijeron que se asombraron de que me despertase. Le pregunté al doctor de emergencias como que cree que regresé y el dijo, "no sé ¿tal vez fuera por su perro? "

"Yo sabía lo que él quería decir, porque durante mi experiencia cercana a la muerte yo flotaba a la altura del techo en mi estudio cuando noté que debajo de mi estaba mi perro, Tuffy, que trataba frenéticamente de despertarme. El me arañaba el brazo y me mordía ligeramente el lado de mi cara repetidamente para despertarme. Más tarde, cuando salí del hospital, mi perro nunca me dejó más veces tumbarme sobre el suelo. El se quedaba de pie firmemente y ladraba continuamente hasta que yo me levantaba. (Supongo que pensaba que el suelo causó mi experiencia cercana a la muerte).

"Cuando salí por primera vez de mi cuerpo, noté que yo era transparente y me pregunté como podía ver tan bien sin mis gafas, porque las vi sobre el suelo al lado de mi cuerpo sin vida.

"Fui lanzada con tal fuerza que mi cuerpo físico salió despedido a 10 pies de distancia de donde yo estaba de pie, y mi cabeza atravesó directamente la pared a una altura de 1,5 pies del suelo (Nota aclaratoria para los no norteamericanos: en USA, muchas paredes de las casas son de cartón-yeso). No sentí ningún dolor físico. Observaba como todo eso sucedía desde fuera de mi cuerpo. Yo tuve lo que los investigadores llaman una experiencia "principal" cercana a la muerte. Es una experiencia donde todos los fenómenos asociados con el umbral de la muerte ocurren.

"Quise salvarme al principio y me fui haciendo menos apasionada por salvarme a medida que mi experiencia cercana a la muerte continuaba. Primero traté de pedir ayuda, pero no podía, porque mi mano atravesaba directamente el teléfono. Traté de abrir una puerta y la atravesé directamente por la ventana de vidrio. Yo estaba realmente asombrada por todo ello y hasta intenté  llamar la atención de un hombre que caminaba por la calle para que salvara mi cuerpo físico. Mi mano atravesó su omóplato superior izquierdo cuando intenté sacudirlo. Esto me asombró.

"Me movía por muchas dimensiones y en un momento dado supe que estaba muerta. Encontré a una mujer parecida a un ángel en el otro lado que me explicó muchas cosas, que me ayudaría con mi revisión de la vida. Pasé por muchos túneles, no solamente uno.

"Nunca olvidaré el amor que me rodeaba en aquel momento, o la alegría que me traspasaba. ¿Puede usted imaginarse ser abrazado por Dios y su ángel (el ángel de usted)? Esto es una experiencia que desafía cualquier descripción.

"En este lugar lleno de entusiasmo, reconocí que había dos aspectos "de mi". "Mi alma era mi consciencia, todo lo que me había hecho ser quién yo había sido y en lo que yo me había convertido. Mi espíritu, por otra parte, era la parte de mi que era ahora transparente y resplandeciente, vestida de blanco.

"Me sentía rota entre dos deseos: el deseo de entrar en la Luz y el deseo de tocar algo tangible y retener mi unión con todo lo que era físico. Ambos deseos se volvieron más fuertes. La Luz se hizo más intensa, más radiante, más amorosa. Cuando levanté el cordón y extendí  mi mano hacia el resplandor, queriendo tocar la Luz, eso se precipitó bajo el cordón y tocó mi dedo extendido medio de mi mano derecha...

"Dentro de la Luz, yo sabía que todo el mundo y todas las cosas están conectadas a ella. Dios está en cada persona, siempre y para siempre. Dentro de la Luz estaba la cura para todas las enfermedades.

"He visto que la gente que oye acerca de mi viaje al Otro Lado se sienten tanto fascinados como cautelosamente optimistas de que a ellos les espera una experiencia similar.

"Todo que puedo decir es que, una vez que usted haya visto la Luz y luego haya vuelto, la vida nunca sería la mismo otra vez."

ECM DE LEONARD (CANADÁ). CAUSA: ATAQUE CARDÍACO


DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA:

  Sentí que salía de mi cuerpo. Una vez fuera, vi al personal hospitalario afanarse en torno a mi cuerpo para reanimarlo. ¡Estaba asombrado de los poderes sobrenaturales que tenía en esta otra forma! ¡Para empezar mi visión era de 360º, podía ver hacia arriba, hacia abajo, a derecha, a izquierda, hacia atrás, veía HACIA TODOS LADOS a la vez!

  En segundo lugar, podía hacer zum sobre un punto preciso. ¡También viajaba a la velocidad de mi pensamiento, bastaba que pensara en un lugar o en una persona para encontrarme allí! ¡Podía atravesar los muros, pasaba a través de la materia y era MUY EXCITANTE!

  Oía a la gente pensar. ¡Incluso antes que abrieran la boca, sabía lo que iban a decir! ¡Porque oía sus pensamientos! De hecho, había bastante cacofonía en la sala pero bastaba que me concentrara en una persona para no oírla más que a ella! ¡Bueno, eso en cuanto a los poderes extraordinarios que se tienen fuera de nuestro cuerpo! ¡Me paseé, fui a ver a mi madre a su casa, me fui a las profundidades del Universo, subí muy alto en el espacio y el espectáculo era MAGNÍFICO! ¡En un momento dado me sentí aspirado y llegué a un largo túnel negro, era aspirado a una velocidad increíble! Al final del túnel había un punto luminoso. ¡En el túnel había otros seres como yo y nos miramos diciéndonos: “¡Creo que estamos muertos!”. Cuanto más avanzaba más grande se hacía la luz. ¡Llegué a esta luz que era maravillosa, muy brillante, pero lo que más me chocó es que en esta luz me sentía en paz, me sentía alegre pero sobre todo sentía un amor increíble! ¡Esta luz me amaba! ¡Esta luz me habló! ¡Le pregunté si era Dios y me respondió: “Sí, yo soy la luz! ¡Este ser de luz (que no vi) lo sabía TODO de mí, conocía mi vida de la A a la Z! Una vez en esta luz me acordé de quién era, también obtuve respuestas a todas las preguntas que alguna vez me planteé, como quién y cómo creó el Universo, cómo funciona el Cosmos, la Física, etc. ¡Oh sí, yo no aprendía nada, yo recordaba!

  Estar en este conocimiento era un estado divino. Dios me mostró entonces toda mi vida desde mi nacimiento hasta mi ECM. Sentí y reviví  todos estos acontecimientos y también sentí las emociones que les había provocado a los demás. ¡Yo era mi único juez! Esta experiencia fue muy penosa. Ni siquiera me atrevo a imaginar lo que Adolfo Hitler debió de sufrir sintiendo los dolores de millones de personas...  Lo que Dios me mostró fue cuando había actuado de buen corazón sin pensármelo antes y cuando había actuado sin amor. Incluso me vi robando bombones de una tienda diciéndome:”¡Uf, nadie me ha visto!”. Pero en realidad alguien me había visto... ¡Sí, Dios me había visto! Pero él no me juzgó. Esto es también lo que más me chocó, el ​​hecho de que Dios no juzga, lo único que hace es amarnos con un amor incondicional, este amor es indescriptible, no es como lo que sentimos en la Tierra sino más bien un amor-fuerza.

  La luz y yo hablamos durante bastante tiempo, ¡ah sí!, en el otro mundo la comunicación se hace por telepatía (transferencia de pensamiento). ¡He de deciros que Dios tiene un sentido del humor fantástico, nunca me he reído más en mi vida! Nos reímos de la manera tan seria con la que había reaccionado a un acontecimiento. ¡La vida en la Tierra es una gran obra de teatro! ¡No hay que tomársela muy en serio! En cuanto al conocimiento universal que obtuve no me dejaron que volviera con las respuestas, recuerdo que sabía y también recuerdo algunas pequeñas cosas como el hecho de que ¡somos seres eternos, siempre hemos existido y siempre existiremos! Somos Dios-hombre venidos a la Tierra para crear en la materia. En cada encarnación perdemos la memoria de quiénes somos. ¡Antes de la creación del Universo solo estábamos nosotros reunidos en un solo pequeño punto de consciencia, esta consciencia poseía el conocimiento pero no podíamos hacer la experiencia por lo que nos dividimos en miles de millones de consciencias individuales y creamos el Universo para venir a divertirnos a él! ¡Un día nos reuniremos todos de nuevo y otra vez “explotaremos” y todo volverá a empezar, es un círculo sin fin!. La verdadera vida, la verdadera realidad, se halla en el otro mundo. ¡Ah sí! Recuerdo que la luz me dijo que hay más de un Universo, de hecho hay miles de millones, y la Tierra no es el único planeta donde podemos elegir venir a encarnarnos. Recuerdo que cuando estaba fuera de mi cuerpo me dije: “¿Si no tengo un cuerpo qué aspecto tengo entonces?” ¡Entonces me miré y yo mismo era una luz, estaba hecho de luz! ¡Pero también en un momento dado ya no tenía este cuerpo de luz, solo era un punto de consciencia en el Universo! En un momento determinado Dios me dijo que debía regresar a la Tierra y ahí rehusé, no era cuestión de que volviera a ese cuerpo enfermo. Y ahí Dios me mostró una visión de mi madre que lloraba porque yo estaba muerto, entonces regresé. Volví a bajar el famoso túnel y me reintegré a mi cuerpo por la cabeza. La sensación era muy desagradable, era como ponerse un traje de buzo demasiado pequeño. ¡Eso es todo! ¡Esa fue mi ECM!

ECM DE STELLA (ITALIA). CAUSA: TRAUMATISMO CRANEAL


DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA:
Estaba cruzando la calle y... perdí la sandalia. Irreflexivamente torné a buscarla y... un coche me golpeó directamente en la frente. ¡Fue el golpe más memorable de mi vida y esto no fue nada en comparación con lo que siguió!
Me vi rodando dentro de la pequeña zanja que bordeaba la carretera y me di cuenta de que me había hecho mucho daño: ¿quizás me estaba muriendo? En cuanto me pregunté esto, fui catapultada al interior de una ambulancia que habría debido salvarme y vi a la enfermera perder el anillo que perteneció a su madre y dónde cayó. Entonces le indicaron mal la dirección del accidente al conductor que la tomó por verdadera. ¡En ese momento deduje que no me salvaría pero me sentía muy feliz! Pensé: “¿Pero ya ha terminado todo? ¡¡¡Qué suerte!!! ¡¡¡A caaasaaa!!! Entré en un túnel (que extrañamente conocía muy bien) lanzándome a una velocidad vertiginosa hacia casa, sin ninguna intención de pararme a observar nada en el túnel: quería volver a casa.
El túnel era semitransparente y veía puntos de luz como estrellas lejanas volverse tiras de luz irregulares, como faros de coches muy rápidos en carreteras con curvas. La velocidad iba en constante aumento hasta que la luz ya no pudo alcanzarme y vi que el túnel era una gran curva apenas perceptible, pero claramente sensible. Entonces me hallé casi en casa. La luz me envolvió y yo tenía una edad comprendida entre cero y la eternidad, cada pregunta que me hacía obtenía una clara respuesta, aunque no las entendiese todas. Me envolvía como un dulce canto de muchas voces y no entendía lo que decían, caminaba descalza en un prado ondulado de suave hierba y no lejos de allí destacaba el roble más imponente que he visto jamás, de un verde brillante como la vida (podría escribir un libro entero solo sobre ese árbol pero me voy a parar aquí).
¡Bajo el árbol me esperaba un joven de una belleza y dignidad únicas! Me invitó a “recobrarme” haciéndome sentar en un banco de madera frente a una mesa en la que había piezas de pan y vino tinto (mi padre en la Tierra hacía vino para consumo familiar y a mí me encantaba el tinto). Cuando hube comido habló: “Todo lo que ves es como mirar las nubes: ves un perrito, pero sabes que es una nube. Ahora te ves en casa, pero sabes que estás casi en casa y que no es la hora: debes volver”. Respondí con un no seco y claro: no entendía por qué debía volver... ¡estaba tan bien...! Él objetó: ¿No echas de menos a mamá y a papá?” Yo: “¡No, pronto llegarán aquí y los veré de nuevo!” (El tiempo no tenía importancia, no existía).
Con extremo amor y paciencia me mostró que todavía tenía mucho que aprender haciéndome ver mi vida como un viaje: podía elegir diferentes caminos, pero tenía que ir de “A” a “B”. Los acontecimientos básicos, mis metas, estaban simbolizados por estatuas de mármol, mientras que otras eran de arcilla fresca y aún maleable en cualquier otra cosa. Comprendí que lo importante no era el cuándo (el tiempo no existía), sino que todas las condiciones fueran satisfechas y que la más decisiva era el libre albedrío. Son una serie de elecciones libres y de reacciones a los acontecimientos las que determinan las condiciones para alcanzar o no la meta. Es algo tan libre que siempre se puede re-intentar: el tiempo o el espacio no importan, no existen, solo importa “satisfacer las condiciones” para alcanzar la propia meta. Y yo no había alcanzado ninguna meta.
A pesar de esto me negué de nuevo a regresar.
Entonces me cogió en brazos y me mostró el río, atravesado el cual no regresaría más, y las ciudades que había más allá de eso. Me dijo que esperarían eternamente y que no debía temer  porque él había cumplido todas las promesas. Me dijo muchas cosas, pero yo estaba absorta en arrullarme entre sus brazos al sonido reconfortante de su voz y no escuchaba. Observaba su anillo con curiosidad infantil: era un bajorrelieve con tres líneas curvas que cruzándose formaban un triángulo en un único signo gráfico en el que una pluma estilográfica podría deslizarse al infinito. Oí sin embargo: “... Ahora puedes regresar tranquila”. Rehusé con toda la terquedad de la que una niña es capaz.
“En tal caso debes hablar con mi Padre”: dijo.
En absoluto intimidada y muy decidida, acepté.
Me mostró el camino. ¡Tenía que recorrer un laberinto de setos, pero estaba demasiado desesperada y habría hecho cualquier cosa por no regresar! Por tanto atravesé el seto en línea recta, cortándome y arañándome con mucho dolor, sabiendo bien que aquel seto era lo único que había allí que me podía lastimar seriamente. Fui levantada por “los brazos amorosos del Padre”. Me llamó con mi verdadero nombre (que significa “pequeña monita curiosa y rebelde”) y lo reconocí como “mi DIOS” con quien tanto había “jugado”. Lo que sucedió es tan íntimo que solo contaré la parte final, debiendo decir antes que nada que cuando yo mentía sabía que Él lo sabía, pero aun así lo intentaba...

ECM DE ROSA (PERÚ). CAUSA: COMPLICACIONES EN EL PARTO


Entre a la sala de Operaciones a las 3.30 de la tarde el dia 15 de Enero de 1991, para dar a luz a mi hija.  Fue una cesarea.

Me pusieron en una camilla y me dijeron que me voltee que me iban a poner la anestesia epidural y bueno, asi lo hice, me voltie y senti el pinchaso.  El anestesista se fue apenas termino y la enfermera que estaba ahi me volteo inmediatamente.  Es decir, no me hicieron esperar un rato de costado como lo hacen con todo el mundo.
Yo solo me acuerdo de eso, que me voltearon y puf ! ya mas nada.  De pronto me vi en un tunel oscuro, muy cerca de una luz super brillante.  Cuando vi la luz, habian muchas personas vestidas con tunicas blancas con cinturon de cordon muy brillantes que estiraban sus brazos y me llamaban para que me acercara a ellos, me invitaban con una fuerza llena de amor, tranquilidad, paz es decir muchas cosas lindas que no puedo decirlo con palabras pero que me atraia enormemente, era como si estuiera en extasis.  Yo empece avanzar hacia ellos muy feliz, me sentia muuuuy feliz y contenta... cuando en eso cuando ya les iba a "tocar" sus manos, es decir, cuando ya iba a pasar el limite entre la luz y el tunel, me acorde de mis hijos (ya tenia 3 mas con la que acababa de nacer 4) y les dije "No, no puedo... y mis hijos? " me quede un rato parada los mire con pena y me voltie rapido dandoles la espalda para regresar por "donde vine" y ahi me desperte gritando "no me quiero morir, mis hijos" .   
La comunicacion con esas personas brillantes siempre fue como de sentimiento o telepatia, no con hablando.
Cuando desperte en la sala de cuidados intensivos y grite "no me quiero morir, mis hijos" yo pensaba que ellos, los doctores y enfermeras, me estaban escuchando pero no... pues tenia la lengua cocida desde el fondo hasta la punta y tenia la boca hincha.  Tambien me dolia mucho la cabeza, como si me la hubiese golpeado. 
Lo unico que me dijo el doctor que me opero, que fue negligencia del anestesista que no se quedo a mi lado despues de haberme puesto la injeccion.  En fin, se lavaron las manos. 
Yo quede mal despues de la operacion.  Me dio como amnesia pero despues me fui recuperando poco a poco.  Antes que me pasara esto, yo siempre tenia visiones, sueños premonitorios, podia leer las manos, etc.  Despues todo esto se desarrollo mas... pero a la vez me acerque mas a Dios y empece a leer la Biblia y decidi no continuar con estas cosas ya que aprendi que no es bueno hacerlo. 
No les niego que me veo siempre tentada a hacerlo, sobre todo por que me pasan cosas muy raras, como saber quien llama por telefono, veo luces, veo luces en las personas, se cuando mis hijos estan por llegar a casa o me pongo hablar de alguna persona y justo esa persona llama por telefono etc, etc... seria largo de explicar.   
 El momento en que recibia la luz llena de Amor, Tranquilidad, Paz... me atraia enormemente.  Muy lindo, es un sentimiento que es dificil de explicar.